Existen varias personas que presentan un tipo de cicatrización diferente, la cual puede presentar dolor, picazón, ardor una coloración diversificada para el tono de piel del portador. La zona de aparición son principalmente la parte superior del cuerpo lo que conlleva a que ocultarlas sea una tarea dificultosa, generando así en la persona un sentimiento de inseguridad en referencia a su propio cuerpo. Sin embargo, actualmente se manejan nuevos métodos para desaparecer este tipo de marcas en el cuerpo. Pero ¿Serán seguros o eficaces?, ¿Una cirugía puede ayudar a ocultar la cicatriz o la hará más grande? A continuación, encontrarás las respuestas.

El término “queloide” tiene su origen del griego “chele” cuyo significado es cangrejo o tenaza de cangrejo, debido a la forma de la cicatriz que invade el tejido normal.  Podemos definir como cicatrices queloides a los crecimientos excesivos del tejido cutáneo en zonas donde se ha curado una lesión, poseen formas rugosas y gruesas que puede asemejarse a un tumor.

Esta patología aqueja principalmente a individuos con pigmentación más oscura de ascendencia africana, hispana y asiática, los cuales, tienen tasas más altas de desarrollo queloide en comparación con los caucásicos. La edad promedio de este padecimiento esta entre los 10 a 30 años; Se estima que de los 100 millones de cicatrices que se desarrollan anualmente, 11 millones se transformarán en queloides. El efecto es notablemente mayor durante el embarazo y la pubertad. Por otro lado, el presentar el antecedente familiar de un caso positivo, aumenta el riesgo de desarrollar queloides, aunque no se ha identificado ningún gen específico.[1]
En nuestro país la población es principalmente de raza mestiza, lo que es un precedente de gran relevancia al momento de padecer de una cicatrización queloide.

La causa del queloide aún no es clara, pero es probable que las primeras apariciones de un queloide en algunas personas se deban a las vacunaciones, así también aparecerán con otras lesiones comunes en la piel como:

  • Lesiones por acné.
  • Yagas por varicela.
  • Perforaciones en algunas partes del cuerpo como orejas.
  • Laceraciones menores.
  • Quemaduras.
  • Cortes por cirugía o traumatismo.

Dentro de su sintomatología, tomamos en cuenta que este padecimiento tiene repercusiones tanto físicas, mentales y sociales. Algunas repercusiones físicas son:

  • Pigmentación en color rojo, carne o rosado (diferente a tono de la piel común del portador)
  • Presenta protuberancias o rebordes.
  • El queloide suele ser sensible y causar picazón.
  • Son altamente irritables al roce con la ropa u otra superficie.

Así mismo, las afecciones en la salud mental principalmente se manifiestan con cuadros de ansiedad, depresión y baja autoestima. En la parte social, la apariencia de estas cicatrices puede limitar a las personas a realizar ciertas actividades en las cuales se expongan los queloides, generando en los portadores disconfort y miedo a ser criticados.

Usando todos estos detalles sean generado diferentes tratamientos que se pueden ajustar a los distintos casos que se presenten, su efectividad será divergente según, la edad del paciente, el tiempo de la aparición de la cicatriz, la forma, tamaño y la zona donde se ubica el queloide.

Para garantizar una mayor eficacia en la desaparición de la cicatriz la principal recomendación de los dermatólogos tratantes será el uso combinado de 2 tratamientos o más, a fin de evitar nuevamente el rebrote o nuevas apariciones queloides, entre los tratamientos más efectivos tenemos:

  • Congelamiento (crioterapia), Se recomienda para queloides pequeños, como los producidos por el acné. Su eficacia ha sido reportada entre un 50 y un 85%[2], sin embargo, se informa también que el nitrógeno líquido destruye los melanocitos, y por lo tanto no es recomendable en personas de piel oscura.[3]
  • Inyección de medicamentos como el Corticosteroides, es uno de los tratamientos más usuales y eficaz, su acción radica en hacer que la lesión se ablande, y se vuelva suave, y con frecuencia más pequeña, esta recomendada en la terapia para lesiones menores. El uso tópico de corticosteroides no ha sido particularmente efectivo en queloides de mayor tamaño, pero puede ser beneficioso cuando se emplea en combinación con cirugía. Sin embargo, su uso se ha asociado a algunos problemas, como: supresión de la comunicación hipotálamo-glándula pituitaria, atrofia de la piel, hipopigmentación, estrías, telangiectasias, foliculitis, entre otros por eso en importante seguir todas las indicaciones del médico para evitar otras afecciones.
  • Radioterapia, este método ha sido usado desde 1905 por De Beruman y Gougerot, para la eliminación de cicatrices queloides, es uno de los tratamientos más efectivos para la desaparición de queloides de gran extensión, pero, para queloides de masificación menor su uso es ampliamente debatido, esto debido a que su empleo podría incurrir en riesgo de inducción a malignidad, a pesar de ello muchos especialistas recomiendan la combinación de este tratamiento con una escisión quirúrgica y/o con terapias con esteroides. Algunos autores la recomiendan antes y después de la resección quirúrgica del queloide. La efectividad de cirugía más irradiación es del 65 al 99% en el largo plazo.
    Otros tipos de radioterapias, son la irradiación con bomba de electrones que no ha demostrado ningún efecto carcinogénico después del largo plazo[4]; la irradiación ultravioleta A1, la cual posee efectos beneficiosos en la esclerodermia[5], no obstante, en esta nueva modalidad de tratamiento se necesita continuar con los estudios a fin de mejorar los resultados.
  • Cirugía con láser, es un tratamiento que ha sido exitoso al reducir el color eritematoso de las lesiones y disminuir el riesgo de algunos efectos adversos, posee mayor efectividad para los casos de cicatrices hipertróficas (eliminando casi el 100% de las cicatrices mientras que para el caso de queloides de tamaño considerable un porcentaje del 65%). El láser puede conducir a la aparición de zonas hiperpigmentadas por el aumento de melatonina, así mismo puede incurrir en daño microvascular, necrosis de coagulación y, finalmente, hipoxia tisular; también causa disociación de las bandas de colágeno[6]. Debido a esto es importante seguir las instrucciones del médico especialista en lo que dura el tratamiento.
  • La escisión quirúrgica, es uno de los métodos más empleados, se ha demostrado una efectividad alta solo si es cambiada con un tratamiento de soporte como el uso de corticoides o radioterapia. La cirugía por si sola presenta un porcentaje de neoformación de un 45% a un 93%[7].  

Ante la pregunta de si es ¿Es recomendable realizar una cirugía para quitar una cicatriz queloide?

Se debe tener precisión en que hubo un reporte de mejoría de hasta el 75%, al combinar el uso de escisión quirúrgica con irradiación a las 24 horas de la salida del quirófano, en dosis de 1000 a 3000 rad. Las recurrencias más observadas en ese estudio se presentaron en la zona auricular externa, en las personas de piel oscura.[8]  Doornbos y colaboradores combinaron el uso de cirugía con radiación entre los 900 y los 1500 Gy, siendo las dosis más altas las más efectivas. Observaron un 89% de recurrencia al año y un 98% a los 2 años. Se han reportado 3 casos de desarrollo de malignidad luego del tratamiento con radiación, uno en la glándula tiroides y 2 en la glándula mamaria.[9] No obstante de esto los estudios a largo plazo no han identificado una correlación entre la malignidad y el grado de radiación.

Por tanto, podemos determinar que realizar una cirugía es recomendable solo si es acompañada de otros tratamientos que la complemente eficazmente como la radiación para queloides de tamaño extenso o con corticosteroides para eliminación de queloide más pequeños con gran dificultad de ser removidos por otros tratamientos. Así mismo se precisa que es indispensable seguir las indicaciones del médico tratante, valorar constante y cuidadosamente al paciente para evitar los efectos adversos de los tratamientos, a fin de obtener muy buenos resultados.
 


[1] McGinty S, Siddiqui WJ. Keloid. En: StatPearls. Treasure Island (FL): StatPearls

Publishing;Julio 2021. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK507899/

[2] Lortat-Jacob FJ. Traitement des cheloides par la cryotherapy. Bull Soc Franc Dermatol Et Slip. 1931; 38:979-81

[3] Errol J. Keloids. Conn´s current therapy. Rakel. 54th ed. 799-801

[4] Asawananda P, Khoo LS, Fitzpatrick TB, Taylor CR. UV-A1 for keloid. Arch Dermatol. 1999; 135:348-9.

[5] Asawananda P, Khoo LS, Fitzpatrick TB, Taylor CR. UV-A1 for keloid. Arch Dermatol. 1999; 135:348-9

[6] Aderson RR, Margolis RJ, Watenabe S, Flotte T, Hruza GJ and Dover JS. Selective photo thermolysis of cutaneous pigmentation by Qswitched Nd:YAG laser pulses at 1064, 532 and 355nm. J Invest Dermatol. 1989; 93:28

[7] Lawrence WT. In search of the optimal treatment of keloids: Report of a series and review of the literature. Ann Plast Surg 1991; 27:164

[8] Errol J. Keloids. Conn´s current therapy. Rakel. 54th ed. 799-801.

[9] Botwood N, Lewanski C, Lowdell C. The risk of treating keloids with radiotherapy. Br J Radiol. 1999; 72: 1222-44

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