Es normal que te sientas nerviosa o insegura antes de tu cita con el ginecólogo. Significa aceptar el hecho de que has pasado de niña a mujer. Un ginecólogo te ayuda a escuchar a tu cuerpo con más atención. Con una revisión ginecológica periódica, puedes tomar las riendas de tu bienestar físico, sexual y reproductivo, incluyendo el control de la natalidad, el parto y la menopausia.

Un ginecólogo-obstetra también detecta el cáncer, trata las infecciones y realiza intervenciones quirúrgicas para problemas de los órganos pélvicos o las vías urinarias.

Para quitarle el miedo a tus citas anuales, aquí tienes algunas cosas que puedes esperar y cómo puedes prepararte:

¿Cuándo debes empezar las revisiones ginecológicas?

Es probable que tu primera cita tenga lugar entre los 13 y los 15 años. Algunas mujeres esperan a iniciar sus revisiones ginecológicas hasta que tienen relaciones sexuales por primera vez, o hasta que presentan algún síntoma o problema, como flujo vaginal anormal, ardor vaginal, fuertes dolores menstruales o periodos irregulares. No obstante, cuanto antes empieces, mejor.

¿Qué ocurrirá en tu primera revisión ginecológica?

La primera visita suele ser muy sencilla, y el médico dedicará tiempo a conocerte. El médico te preguntará sobre tu historial médico y el de tu familia, y sobre tu salud sexual. Es importante compartir la información correcta.

¿En qué consisten los exámenes ginecológicos?

Existen cuatro tipos de pruebas a las que puedes someterte durante tu visita. Cada tipo depende de la duración de tu primera cita, de tu edad, de tus antecedentes sexuales y de si has presentado o no algún síntoma particular.

¿Cómo debes prepararte para tu primera revisión ginecológica?

 

En primer lugar, elige un médico con el que te sientas cómoda. Pide la cita un día en el que sepas que no vas a tener la regla. Pregunta todo lo que no tengas claro. Si te sirve de ayuda, escribe una lista de las cosas que te preocupan: tu salud vaginal, anticonceptivos, dolores inusuales en los pechos, preguntas sobre tu periodo menstrual, etc.

 

Estas son algunas de las cosas que puedes esperar durante tu cita anual. Los cuatro tipos de exámenes son:

  • Examen de salud general: La enfermera te pesará y te tomará la presión. También es posible que te soliciten análisis de sangre y orina.

 

  • Exploración física: Te harán preguntas generales sobre tus antecedentes médicos personales y familiares. Te darán una bata que se abre por delante y una sábana que te cubrirá el regazo, con ello te pedirán que te desnudes y te la coloques.

 

  • Examen pélvico: Para realizar este examen, el ginecólogo te pedirá que te recuestes sobre la camilla con los pies en unos estribos especiales y las piernas abiertas para poder examinarte. Utilizando guantes, revisará tu vulva o el exterior de tu vagina, para descartar signos de infección. Posteriormente, utilizará un espéculo, es decir, un dispositivo que mantiene la vagina abierta para mayor visibilidad del médico. Es posible que sientas algo de presión durante este examen, pero no debería ser doloroso. Se trata de evaluar su tamaño, ver si hay quistes, etc. Puede ser un poco incómodo, pero si estás relajada el examen no suele ser doloroso.

 

  • Prueba de Papanicolaou: Esta prueba se realiza durante el examen pélvico. El médico extraerá muestras de células del cuello uterino con un pequeño cepillo. Estas células se enviarán a un laboratorio y se analizarán para detectar cáncer de cuello uterino y otras anomalías. La citología se refiere al raspado de unas pocas células que cubren el cuello uterino. El médico utiliza un cepillo especial y luego envía la muestra al laboratorio para comprobar la presencia de células anormales.

 

  • Pruebas de ETS: En caso de ser sexualmente activa, el médico puede solicitarte pruebas para detectar enfermedades de transmisión sexual (ETS) como la gonorrea, la clamidia, la sífilis y el VIH. Para las pruebas de ETS, el médico tomará una muestra de tejido durante el examen pélvico u ordenará análisis de sangre.

 

  • Exploración mamaria: En algunos casos, tu médico te revisará las mamas para detectar si hay bultos, secreciones anormales u otras anomalías en ellas.

 

Además de las visitas anuales, comunica a tu médico cualquier problema nuevo, como sangrados irregulares, dolores inusuales, o cualquier molestia. Recuerda que debes visitar a tu ginecólogo anualmente para mantener una buena salud vaginal.

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