De todos los cánceres que afectan a las mujeres, el de cuello uterino se ha convertido en la segunda causa de muerte por cáncer más conocida en India. De media, se detectan unos 122.000 nuevos casos de cáncer de cuello de útero al año en nuestro país, de los cuales 67.500 mujeres sucumben a la enfermedad por desconocimiento de la misma.
Como cualquier otra enfermedad, existen muchos mitos y malentendidos relacionados con el cáncer de cuello de útero. Estos son los 6 principales mitos que debes dejar de creer de inmediato.
Mito 1: El cáncer de cuello de útero no presenta síntomas.
Realidad: Por lo general, el cáncer de cuello de útero no presenta síntomas visibles. Por eso el cribado es tan importante. Sin embargo, hay algunos síntomas que debes conocer para estar alerta. Entre ellos se incluyen las hemorragias vaginales anormales, las hemorragias vaginales especialmente después de la menopausia o de mantener relaciones sexuales, las hemorragias o manchados entre periodos menstruales, otras secreciones vaginales anormales o continuas, periodos menstruales más largos o abundantes de lo habitual y dolor durante las relaciones sexuales.
Mito 2: Las pruebas de Papanicolaou deben hacerse todos los años.
Realidad: No es necesario hacerse una prueba de Papanicolaou cada año si esta prueba y la del VPH son normales. Normalmente, el calendario recomendado es una vez cada tres años para las mujeres de entre 21 y 29 años, y una vez cada cinco años para las mujeres de entre 30 y 64 años. Las mayores de 64 años deben seguir el consejo de su médico.
Mito 3: Los preservativos pueden prevenir el VPH.
Realidad: Aunque los preservativos pueden ayudar a prevenir las infecciones de transmisión sexual (ITS), esto puede no ser cierto en el caso del VPH, ya que el virus puede habitar en zonas que los preservativos no cubren.
Mito 4: Las mujeres que no presentan síntomas no deben someterse a las pruebas.
Realidad: Las infecciones por VPH no presentan síntomas en la mayoría de los casos. Aunque existen diferentes tipos de VPH, algunos tipos de alto riesgo están asociados en gran medida al cáncer de cuello uterino y pueden pasar desapercibidos hasta el desarrollo de células anormales. Por ello, es importante que las mujeres se sometan a pruebas periódicas.
Mito 5: El cáncer de cuello de útero sólo afecta a las mujeres mayores.
Realidad: Este es probablemente el mito más común sobre el cáncer de cuello de útero en mujeres jóvenes. Pero lo cierto es que el cáncer de cuello uterino puede afectar a mujeres de cualquier edad. La edad media de diagnóstico para los cambios precancerosos del cuello uterino es de 29 años, y para el carcinoma invasivo es de 47 años, según varios informes. Aunque es raro que las mujeres desarrollen cáncer de cuello de útero a los 20 años, como suele decirse, “más vale prevenir que curar”. Por eso es muy importante someterse a revisiones periódicas a partir de los 21 años. Incluso si aún no eres sexualmente activa o no experimentas ningún síntoma de VPH o de cáncer de cuello uterino, debes someterte a las pruebas, al menos cada tres años. Lo mismo se aplica a las mujeres mayores. Las citologías y las pruebas del VPH deben realizarse incluso después de la menopausia, ya que el riesgo de cáncer de cuello de útero no disminuye con la edad.
Mito 6: No es posible prevenir el cáncer de cuello de útero.
Realidad: El cáncer de cuello de útero es uno de los más prevenibles. Una simple prueba de Papanicolaou puede ayudar a determinar cualquier tipo de cambio en las células del cuello uterino. Y cuando se detecta algún cambio de este tipo, es posible iniciar un tratamiento precoz y evitar que se desarrolle el cáncer. La prueba de Papanicolaou es imprescindible para cualquier persona que haya sido sexualmente activa o en mujeres que tengan el VPH y sean fumadoras.
Algunos cambios básicos en el estilo de vida para prevenir el cáncer de cuello de útero:
- Evitar el contacto sexual con múltiples parejas
- Hágase las pruebas de detección oportunamente
- Deje de fumar
- Consuma una dieta sana rica en frutas, verduras y cereales integrales
- Mantener un peso saludable
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